Lienzo, papel y espacio

Es uno de esos artistas que destacan tempranamente. Su talento llamó la atención de la crítica a partir de sus primeras manifestaciones artísticas; testimonio de ello son los diversos premios que ha obtenido en certámenes de pintura y grabado de importancia en México.

 

Escultor, pintor, grabador y dibujante, lo abarca todo: lienzo, papel y espacio. Con destreza manual utiliza lápiz, brocha, buril o cincel para traducir lo que su imaginación le dicta. Limitado en el verbo, sus brazos y manos son la extensión de su imaginación prolífica; en consecuencia, su comunicación con el mundo se da a través de su lenguaje visual cargado de intensidades.

 

Los personajes de sus cuadros pueblan grandes espacios de la tela o del papel, ya sea portando saco y corbata con formalidad burocrática o como enmascarados luchadores. En ocasiones, suelen aparecer mujeres grotescas con tocados de flores, que muestran su desnudez en un desfile de vanidades entre carros de supermercado, o surgen del lienzo damas elefantiásicas que podrían formar parte de la trouppe de un circo. Cualquiera que sea el tema, es tratado por Garval con exhuberancia orgiástica.

 

Sin embargo, no hay nada al azar, domina el espacio y lo usa con precisión. Conoce del color, de áreas luminosas, de ritmos y formas. Sabedor de su talento, no se conforma con un poco. A pesar de su juventud, ha recorrido con buen éxito parte del camino. Sus obras nunca podrán pasar inadvertidas al espectador, porque unido al dominio de la técnica llevan aparejada la magia que les da el talento de su autor.